Gil Claudia, Bibiana2025-07-072025-07-072008http://hdl.handle.net/11349/96523Los personajes Atenea y el Coro. Atenea, una mujer fuerte, habilidosa, ágil; no fue tan difícil el tono que se quería al personaje. Sin embargo hubo problemas en la escena el personaje era demasiado sublime e imponente; no se permitía afectar por lo que sucedía. ¿Entonces cómo, con las mismas reglas de movimiento, línea de pensamiento y texto convertirla en un dios humano? El maestro decía que todo estaba en el parlamento de la escena y solo con eso empecé de nuevo a trabajar. Los puntos y las comas, fueron algo con lo que trabajamos mucho y a partir de allí aparecían los matices entonaciones e intenciones que hacían interesante tanto al personaje como a lo que decía. Allí se encontró la respuesta a la pregunta anterior: El personaje se hacía más humano, si sus palabras eran más humanas, trabajando con sólo puntos y comas las necesidades y preocupaciones humanas del personaje se daban a conocerMemorias sobre el montaje: Las TroyanasMaestría de Artes Escénicas con Énfasis en Actuación -- Tesis y disertaciones académicasTeatroDramaArtes escénicas