Martinez, Gilberto2025-07-072025-07-072008http://hdl.handle.net/11349/96601¿Puedo preguntarme si como dramaturgo tengo que olvidarme de mi condición de colombiano para lanzarme a la búsqueda de valores escénicos denominados universales o globalizantes o como se quiera denominar para hacer una dramaturgia de complacencia? ¿Válidos? Seguramente. ¿Pero obedecen a la “herida” de mi ser existiendo aun, aquí y en este ahora? ¿O para complacer a los de tumo, decirles que mi sala está llena de público y el impacto es rentable por la cantidad de dinero recibido por la venta de boletas, desde el momento en que les concedo que es muy duro ir al teatro a ver cosas de las que cuando se llega a casa se quieren olvidar, y que eso que muestro si es bueno porque hace reír, no importas el cómo se haga o la risa que despierte? Si lo hacen los demás, es su derecho, pero ¿no tenemos también los que pensamos distinto el mismo derecho? El arsenal de preguntas y de mínimas respuestas es de nunca acabar. Y como digo al final de una de mis piezas de dramaturgia de la violencia: lo único que me queda, a pesar de todo, es seguir caminando... mientras pueda... Y a todos: Se piensa muy bonito pero se hace muy poquitoDramaturgias inconclusas : ensayoMaestría de Artes Escénicas con Énfasis en Actuación -- Tesis y disertaciones académicasTeatroDramaArtes escénicas